Las organizaciones comenzaron a hablar sobre políticas de "primero en la nube" para modernizar sus propiedades de TI hace ya una década. En ese momento, el enfoque de dar prioridad a la nube se basaba en pasar las aplicaciones a software como servicio (SaaS) y en aprovisionarse de recursos de infraestructura, desde la computación hasta el almacenamiento, con servicios de infraestructura (IaaS).
La realidad es que muchas organizaciones arrastran las deudas de la adquisición de su antigua infraestructura, además de haber tardado mucho en reaccionar. Muchas de ellas se limitaron a tantear el terreno y se quedaron con entornos mixtos y bastante complejos de infraestructura de TI local, nube privada, multinube e, incluso, nube «legada».
«Hoy en día, priorizar el traslado a la nube genera el riesgo de entrar en un ciclo constante de “pez que se muerde la cola”. Como se dice en el hockey, patina hacia dónde va el disco, no hacia donde haya estado. Eso es justo lo que DXC quiere decir con Cloud Right».
Un planteamiento donde se priorice la nube implica, sencillamente, adoptar la nube a cualquier precio. Pero otros tipos de planteamientos, como la estrategia Cloud Right™, implican estudiar el panorama cambiante actual y realizar las inversiones en tecnología adecuadas en el momento adecuado. La nube ha evolucionado, y todos podemos disfrutar de sus ventajas, pero cada organización de TI se encuentra en una etapa diferente del viaje.
¿Cómo ha cambiado la situación actual?
En noviembre de 2014, justo cuando las empresas comenzaban a implementar estrategias tempranas donde se priorizaba el traslado a la nube, AWS lanzó la era de la informática sin servidores con AWS Lambda. Pero el cambio a la nube lleva tiempo. A Netflix le llevó 7 años sustituir sus centros de datos y Capital One tardó 8 años.
Si ahora mismo tuvieras que embarcarte en el proceso que conlleva priorizar el uso de la nube para usar IaaS y operaciones de desarrollo, asumiendo que tuvieras la velocidad, capacidades y escala de Netflix y Capital One, seguramente éste no finalizaría hasta después de 2028. Lo que conseguirías se podría describir, en el mejor de los casos, como un «nuevo legado informático», con el resto del sector habiéndose pasado a la computación sin servidores.
Para ser franco, priorizar el traslado a la nube genera el riesgo de entrar en un ciclo constante de «pez que se muerde la cola». Como se dice en el hockey, patina hacia dónde va el disco, no hacia donde haya estado. Eso es justo lo que DXC quiere decir con Cloud Right.
Centrarse en los resultados empresariales, no en los logros de la tecnología
El auténtico beneficio de la informática sin servidores es el tiempo de valor comercial. Como explicó uno de los directivos de una empresa aseguradora internacional con 100 años de antigüedad y unos beneficios de más de 30 000 millones de dólares: «Durante el tiempo que tardaron los proveedores en enviar sus presupuestos como respuesta a nuestra solicitud de propuesta, nosotros ya teníamos el sistema sin servidores integrado, en producción y con una reducción de costes por transacción de 20 USD a 8 céntimos».
El ejecutivo explicaba: «Hay algo que hay que tener claro. Se puede disponer de un equipo encargado del sistema sin servidores centrado y trabajando en reducir el coste de las transacciones, la rapidez de las reclamaciones y el resto de las tareas disponibles o puedes tener un equipo que se ocupe de las complejidades de la distribución de contenedores. Nosotros somos una empresa aseguradora. A nosotros nos preocupan los resultados de nuestros clientes, no las tecnologías que se usan en nuestra infraestructura».
Esto último es muy importante. Gran parte de lo que se debate hoy día tiene que ver con preocupaciones relacionadas con la dependencia de un proveedor y cuestiones de seguridad. Lo realmente importante es poner el foco en los resultados de la empresa.
Como dijo el vicepresidente sénior de una empresa de ingeniería: «No hay duda de que en las conversaciones con los CIO se debe hablar de sistemas híbridos, contenedores, dependencia y retorno de la inversión, pero en ninguna de esas charlas parece que haya cabida para hablar de reducción de los plazos de comercialización, generación de valor de negocio y resultados empresariales. Lo que hay que preguntarse es cómo sería tener que competir con una empresa que opera al 100 por cien en la nube, como Capital One o Netflix. ¿Serías capaz de competir cuando el 100 por cien de su estrategia se centra en el negocio, a diferencia de la tuya?».
En el mundo sin servidores, los resultados son un tema recurrente. Como decía el director de un organismo gubernamental: «La realidad de trabajar en un entorno multinube es que superficialmente cada nube es igual, pero la complejidad hace que sea difícil de administrar. Crea un desorden fragmentado a menos que haya una base arquitectónica extremadamente sólida. E incluso en ese caso, todavía se debe lidiar con el problema de tener personal cualificado que conozca cada una de estas nubes. Se trata más de las expectativas que esto genera que de una realidad. Para nosotros, la misión es crítica, y la velocidad es fundamental para ello. El resultado es lo que importa y, por lo tanto, debemos usar la nube pública y los entornos sin servidor a pesar de que nuestra mentalidad y política iniciales se opongan».
«Podríamos consolarnos con la idea de que alguien creará una tecnología que simplemente nos teletransportará al futuro, pero eso solo crea una tendencia a languidecer mientras esperamos ese puente perfecto hacia el nuevo mundo».
Definir qué significa para ti Cloud Right
Cloud Right es un enfoque que combina estas ideas de hacia dónde debemos ir y los compromisos que debemos hacer. Sí, ya sabemos que necesitamos la nube. Sí, ya sabemos que Cloud Right tiene que ver con el mundo sin servidores de hoy en día, pero también sabemos que el mercado evolucionará y que aparecerán sistemas más avanzados, como la programación conversacional. Sabemos que muchos de nosotros todavía no podemos pasar a esa fase, puesto que nuestra inercia empresarial se debe a muchos factores, desde costes ocultos hasta nuestras formas anteriores de trabajar. Todos deberíamos habernos interesado por la nube en sus primeros 5 años de existencia (2006-2011) y comenzar el proceso de migración de 8 años inmediatamente después, pero la realidad es que muchos de nosotros no actuamos así.
Perdimos ese tren, y no podemos corregir el pasado. Podríamos pensar que no tenemos presión competitiva para cambiar, pero eso suele ser ilusorio y la autocomplacencia puede ser peligrosa en cualquier sector.
Podríamos consolarnos con la idea de que alguien creará una tecnología que simplemente nos teletransportará al futuro, pero eso solo crea una tendencia a languidecer mientras esperamos ese puente perfecto hacia el nuevo mundo.
Como dijo un directivo de una institución financiera internacional: «Mientras que la nube evoluciona, tú necesitas una revolución para trasladarte a la nube. Tienes que desaprender pautas de funcionamiento pasadas, y cuánto más tardes en tender ese puente, menos probable será de que alguna vez llegues. Tienes que reinventarte a ti mismo para tener éxito».
Pasar a las siguientes fases
Parte de este lenguaje puede parecer incómodo, pero el desafío es fundamental en este viaje. En DXC Technology, ayudamos a las empresas a enfrentar el desafío mapeando sus panoramas de mercado y sus propios estados de TI utilizando nuestros principios rectores. El patrimonio de TI puede variar mucho al de otras empresas; sin embargo, un mapa del panorama del mercado no lo hará. Puedo afirmar tranquilamente que no debes hacer inversiones en infraestructura privada o en la construcción de clústeres, o incluso en comenzar la transformación de las operaciones de desarrollo.
Sin embargo, desde la perspectiva Cloud Right, es posible que dar esos pasos sea exactamente lo que necesitas para comenzar la transición. ¿Hay un libro de instrucciones? No. Nunca lo habrá. Cada contexto es distinto; no hay dos empresas iguales. Pero sí que hay principios rectores que podemos seguir: Centrarte en tus usuarios y en sus necesidades, comprender aspectos como la cadena de suministro del software, conocer el estado de lo que se está poniendo en consideración (es decir, qué grado de evolución tienen los componentes), usar el mismo lenguaje, cuestionar las suposiciones y centrarte en los resultados.
Ya en 2015, el consejero delegado de Capital One, Richard Fairbank, describió la nube como una ventaja estratégica: «Cada vez nos centramos más en la informática en la nube y en crear las capacidades subyacentes para que el desarrollo de productos sea mucho más rápido y eficaz».
La única pregunta que nos queda por responder es si también vamos a perder este tren. Puede que Cloud Right no te suba inmediatamente al vagón de primera clase, pero te asegurará que tomas el tren adecuado.